Después de las lluvias torrenciales precipitadas sobre las cordilleras prelitorales de la cuenca mediterránea el pasado mes de octubre y que propiciaron numerosas inundaciones en municipios de la costa, especialmente en la provincia de Alicante, cabría preguntarse, al margen de discursos, de más o menos actualidad, sobre el llamado "cambio climático", si los efectos de este tipo de avenidas se podrían evitar. Hay quien enfoca las posibles mejoras en una gestión adecuada de los cauces de los ríos, una mejor ordenación del territorio, unas políticas sostenibles de crecimiento urbanístico que respeten el medio natural, etc. Lo que, al menos, debería quedarnos más o menos claro es que, no hay una única razón, ni una prevención específica. El enfoque de esta problemática tendría que abordarse, tanto a nivel gubernamental o político, como nivel individual. Si lo pensamos bien, todos podríamos hacer algo para evitar cierto tipo de catástrofes, lo que ocurre que es más probable que dejemos esa tarea para otros, pero como dice el refrán..."unos por otros...".
jueves, 6 de diciembre de 2007
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