sábado, 20 de agosto de 2011

Cuando el fuego ruge.

Todas las manos sobran cuando el fuego duerme, todas las manos son pocas y necesarias cuando el fuego ruge; reducir los costes en materia de seguridad y sanidad a base de reducir el número de efectivos puede suponer aumentar el riesgo de la población y desestabilizar el equilibrio social más fundamental, el de las necesidades más básicas del ser humano. Lejos de valoraciones políticas más o menos acertadas, la realidad percibida desde el campo de batalla es otra bien distinta a la que se dibuja en un emiciclo o sala de juntas. Lo que podemos constatar en números fiables, que es lo que al fin y al cabo unos quieren hacer sentirnos, es que hoy somos menos de los que éramos, bien por ausencia de los que lo dieron todo por el pan y un ideal sucumbiendo ante el horror de las llamas, bien porque nuestro número va mermando a causa del yugo de quien decide qué es lo mejor para el monte y quien come hoy pero no mañana.
Sigamos en la lucha, compañeros,... manteniendo a raya al que todo lo quiere quemar, asfixiando el oxígeno del que nos quiere poco a poco acabar quemando.

 
/* Codigo Google Analytics ----------------------------------------------- */